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Los placeros que hasta el final han mantenido su puesto de venta dentro de las instalaciones del mercado cubierto de Inca, desalojado durante la pasada semana para proceder a su demolición, mantendrán su puesto de venta en el edificio de nueva planta que se construirá allí y que estará disponible a partir de principios del año 2007, si se cumplen los plazos previstos en la ejecución de un proyecto que ronda los 7 millones de euros.

En este sentido se ha comprometido el teniente de alcalde de Urbanismo, Bartomeu Seguí, quien manifestó sobre este asunto que no «habrá problemas con estos vendedores que durante toda la vida se han mantenido en el mercado cubierto, y en el futuro podrán continuar en el nuevo edificio si así lo desean».

Seguí explicó que el proyecto prevé que en las nuevas instalaciones el mercado tradicional tenga un total de veinte puestos de venta «con lo que la demanda quedará totalmente atendida, en primer lugar para estos antiguos vendedores que quieren mantenerse en el nuevo mercado».