El alcalde de Calvià, Carlos Delgado, debe afrontar ahora su incierto futuro político tras desobedecer las consignas de su propio partido.

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E.E./EFE
En dicha junta local no se convocó a todos sus miembros, como el caso del president del Govern, Jaume Matas, que pertenece a la junta, ya que reside en el municipio, y no recibió comunicación alguna sobre su celebración para poder participar en la misma. Del mismo modo tampocó se convocó al diputado Miguel Àngel Martín Soledad, también miembro de la junta.

El PP no ha especificado estas medidas, pero este periódico ha podido saber que entre ellas se contempla la expulsión de Carlos Delgado del partido. De llevarse a cabo esta decisión no se hará extensible, en principio, a los nueve concejales populares que forman parte del equipo de gobierno del Ajuntament de Calvià, a los que se les pediría que clarifiquen su postura. Delgado se enfrenta ahora a la soledad política fraguada por él mismo tras contravenir la petición de Matas de guardar prudencia con su anuncio de no destituir a Thomàs mientras fuera alcalde, mostrando que además de prisionero de sus palabras también lo ha sido de las posibles garantías y acuerdos a los que llegará con el tránsfuga Joan Thomàs.

Carlos Delgado no asistió a la gala de presentación de la televisión autonómica IB3 celebrada ayer, en la que Jaume Matas no quiso hacer declaraciones sobre la problemática de Calvià y señaló como una estrategia política la no asistencia de los demás partidos políticos, a excepción de UM, que estuvo representado por Maria Antònia Munar y que hoy efectuaría las pertinentes declaraciones sobre el conflicto calvianer.