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De forma incomprensible, el espacio público de la plaza Mallorca continúa en obras a día de hoy, cuando se cumplen prácticamente cuatro años desde que se empezó un proyecto que durante todo este tiempo ha estado repleto de irregularidades, retrasos y polémica. De hecho, en el último pleno municipal celebrado en Inca, el alcalde Pere Rotger (PP) reconoció que el Ajuntament aún no ha recepcionado las obras por los defectos que siguen presentando. A pesar de esto, en reiteradas ocasiones ha sido la brigada municipal la que se ha encargado de realizar las reparaciones oportunas.

Eso sí, el aparcamiento subterráneo, para el que se modificó el proyecto original añadiendo una planta subterránea más, se encuentra en funcionamiento desde febrero de 2004. El concesionario titular de estos aparcamientos es en teoría la misma empresa encargada de las obras, que aún no han terminado: Proneco y Obras S.A. No obstante, la oposición denunció, tan sólo cuatro meses después de su apertura, que esta empresa había vendido de forma encubierta la concesión del aparcamiento. De hacerlo así, habría incumplido la ley, pero ante esta situación resulta difícil aclarar las responsabilidades, aparte, evidentemente, de las municipales.

La oposición ha denunciado también durante este tiempo que el Ajuntament y el consorcio del Pla Mirall, en el que se incluyó el proyecto, firmaron un convenio en el mes de enero de 2001 por el que pagarían a Proneco y Obras S.A. una subvención de casi 97.000 más, sobre un presupuesto de unos 970.000, porque ésta se comprometió a reducir a 12 meses los 14 previstos para la ejecución de las obras, y que ahora duran ya cuatro años.