Sor Francisca firmó en lugar del alcalde Cerdà el contrato que él no quiso suscribir

«No firmé como si fuera el alcalde sino como representante de la empresa y en ningún momento falsifiqué ni imité la firma de nadie; la firma que aparece es la mía habitual», dijo la monja.

La religiosa sale así al paso de las sospechas de presunta falsicación de documento público que salieron a la luz después de que PSOE y PSM denunciaran la no coincidencia de la rúbrica del alcalde con la firma del polémico contrato, contrato en el que el nombre del alcalde era el único que figuraba como representante de la empresa y, por tanto, legalmente era él el único capacitado para firmar.

La religiosa llamó ayer personalmente al alcalde Joan Cerdà para confirmarle que la polémica firma es la suya y momentos después se puso en contacto con Ultima Hora para confirmar la noticia.

Francisca Nicolau asegura que hasta ahora nadie le había preguntado sobre la autenticidad de la firma aunque los socialistas, que denunciaron la presunta falsificación de la firma del alcalde, aseguran que la monja negó la autoría después de que le preguntaran las trabajadoras de la residencia.

Francisca Nicolau explica que en el tiempo que dirigió la residencia firmaba habitualmente todos los contratos como representante de la empresa, «lo que pasa es que al lado también firmaba el alcalde y en este caso no lo hizo pero implícitamente dio su consentimiento», dijo.

El alcalde estudia ahora la validez del contrato de la trabajadora y no descarta tomar medidas legales para resolver este asunto aunque antes, asegura, lo consultará con el resto de grupos políticos con representación municipal.

Desde la oposición, Margalida Melià (PSOE) exige responsabilidades políticas «por haber consentido los hechos» tanto al alcalde Joan Cerdà (UM) como al regidor de personal, Tomeu Cifre (PP). El portavoz del PSM Gabriel Cerdà lamentó «la pasividad del equipo de gobierno».