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Cuatro meses después de que la Conselleria de Presidència i Esports, S'Institut y el Ajuntament de Calvià convocaran el concurso para la adjudicación de las obras del centro de tecnificación deportiva de Calvià, el Consistorio que preside Carlos Delgado (PP) no ha recibido ningún proyecto para ejecutarlas, pese a que siete empresas constructoras (Nexo, Axa, Agroman, Ferrovial, Melchor Mascaró, Vías y Contratas y Sener), se han acercado hasta las dependencias el Ajuntament de Calvià para solicitar información al respecto. Este hecho ha provocado que el plazo para la presentación de plicas se haya visto ampliado hasta el próximo 17 de octubre.

Lo anteriormente expuesto lo manifestó ayer la consellera de Presidència i Esports del Govern balear, Rosa Puig, ante la comisión de asuntos institucionales y generales del Parlament en un comparecencia solicitada por el grupo parlamentario socialista para informar sobre los contenidos y las finalidades que persigue el proyecto del centro de tecnificación deportiva de Calvià.

Tras detallar la tipología de las infraestructuras deportivas proyectadas y apelar al fomento del deporte y a la desestacionalización turística como principales objetivos del centro de tecnificación, Puig tuvo que oír por boca de Antoni Diéguez, Miquel Rosselló y Eduard Riudavets la opinión que al PSOE, EU/EV y PSM les merece el proyecto deportivo en las fincas rústicas que la familia Nigorra poseen en el Sementer de Son Flor y en el Pla de ses Penyes Rotges. Diéguez tildó el proyecto de «pelotazo urbanístico de primera categoría», Rosselló coincidió con el anterior al asegurar que tras la ubicación del centro deportivo existe un «pelotazo urbanístico», mientras que Riudavets sentenció que el proyecto «huele a especulación urbanística».