Toda la oposición manifestó su desacuerdo por la manera de hacer
las cosas y denunció lo que consideran política desarrollista del
equipo de gobierno y favorable a las urbanizaciones y a los
constructores.
Arquitecto
Entre muchas otras otras críticas y acusaciones, desde el PSOE se
recriminió que la adaptación del planeamiento fuera realizada por
un arquitecto que no conoce el municipio en vez de hacerlo los
propios servicios municipales de urbanismo. También en su opinión
faltó información y claridad de cara a la ciudadanía y a la opinión
pública, resumiéndolo en la frase «esto tiene de todo excepto
transparencia».
El PSM hizo un detallado análisis de los problemas, defectos y
dudas derivados del documento propuesto por la mayoría municipal,
mientras desde EU se permitieron la ironía de felicitar al área de
Urbanismo por la rapidez en favorecer a los promotores
urbanísticos.
El alcalde Bauzá, que actuaba de portavoz del equipo de
gobierno, intentó dar datos y números para justificar los cambios
de uso y nuevas zonas urbanizables con unos argumentos que no
lograron convencer a la oposición.
Pese a todo, el proyecto fue aprobado con los votos a favor de
la mayoría municipal (PP, IDMA) y en contra de la oposición (PSOE,
PSM, EU).
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