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En medio de un tenso debate, el equipo de gobierno del Ajuntament de Sant Llorenç aprobó ayer en pleno las nuevas ordenanzas fiscales para el 2006. La más polémica fue la tasa de recogida de basuras que recibió duras críticas de la oposición.

El alcalde, Mateu Puigrós, defendió que el criterio seguido en este caso respondía a mantener la subida mínima en las viviendas y incrementar el precio a los generadores de más residuos. «Lo que hemos hecho ha sido subir un 3,2% la tasa a las viviendas y en cuanto a los locales comerciales hemos aplicado las tarifas en base a los metros que se dispone. Cuanto más generan más se paga. La subida global es de un 7,5%. Aquí se incluye la tasa de incineración».

Puigrós quiso señalar que en el caso de las viviendas sólo tendrán que pagar seis euros más que el año pasado.

Los grupos municipales en la oposición (PP y UM) votaron en contra de las ordenanzas y criticaron duramente la «inoperancia» del equipo de gobierno.

Pascual Soler (UM), reprochó al alcalde el hecho que con estas nuevas tasa, «algunos bares tendrán que pagar un 50% más que el año pasado. De pagar 679 euros pasarán a 957 euros. Es vergonzoso y patético. En otros casos el aumento se cifra en un 33%. El alcalde en una reunión con restauradores les dijo que si ponían contenedores en sus establecimientos tendrían ventajas. Supongo que estarán muy contentos con esta subida».