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El mercado del Dijous, los trabajos de construcción de algunos tramos de la variante sur y una carrera ciclista hicieron que Inca quedara incomunicada ayer por la mañana, entre las 11,00 y las 13,30 horas.

La peor parte, sin embargo, se la llevaron los conductores de Inca, que, entre las 11.30 y las 13.00 tuvieron que pasar casi una hora al volante para lograr atravesar la ciudad, al coincidir el colapso de las rotondas con el día de mercado.

Cruzar Inca desde Palma en dirección a Alcúdia o viceversa, se convirtió en un suplicio para los conductores que estuvieron retenidos más de media hora entre rotonda y rotonda. La prueba ciclista, que tenía como lugar de salida y de meta el Puig de Santa Magdalena, obligó a cortar el tráfico en dos ocasiones a lo largo de la mañana.

Sobre las doce la cola de coches atrapados se convertía en kilométrica, yendo desde la carretera de Selva hasta la Avenida Reyes Católicos. Los conductores más desesperados no dudaron en utilizar el claxon para calmar un poco los nervios. También la Gran Vía y la calle General Luque quedaron colapsadas y la inauguración de la Mostra de Cuina de Inca tuvo que retrasarse unos minutos al llegar tarde el encargado de traer las entradas desde Palma.

Las obras de soterramiento del paso a nivel de Crist Rei agravaron todavía más el gran caos, al cerrarse ayer provisionalmente el paso de la Avinguda Antoni Maura en dirección a la estación, obligando a todos los conductores de Inca a salir por General Luque o por la Gran Vía.