La figura de Sant Domingo. Foto: G.M.

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La ciudad de Manacor despertó ayer con la caída del brazo y la lanza de la estatua de Sant Domingo que preside la fachada del Convent de Sant Vicenç Ferrer. Eran las 07.30 horas de la mañana cuando el delegado de Mantenimiento del Ajuntament de Manacor, Antoni Sureda, acudió a visitar los desperfectos ocasionados por la caída del brazo con lanza de Sant Domingo que corona el Convent de Sant Vicenç Ferrer. Justo al lado de un banco que forma parte de la entrada al portal mayor del convento, se podía observar la mano de marés y la lanza del santo que fundó la orden de los frailes dominicos.

En unos minutos, agentes de la Policía Local procedieron a acordonar la zona con el objetivo de evitar accidentes ante posibles desprendimientos. Por suerte, no tuvo que lamentarse ningún accidente. El arquitecto municipal, Joan Pasqual, también acudió al lugar de los hechos para evaluar los desperfectos provocados. Una vez controlada la situación, Antoni Sureda se puso en contacto con el rector de la Església dels Dolors, Andreu Genovard, informándole de los sucedido. Sureda y Genovard coincidieron en el mal estado de conservación de la fachada y de las estatuas que presiden del Convent de los dominicos, reivindicando la necesidad de su restauración.

Al mismo tiempo, miembros de la Brigada Municipal acudieron al lugar y procedieron, mediante camión-grúa, a la instalación de una tela protectora de color amarillo para evitar posibles desprendimientos. Uno de los operarios informó que «he observado que en la cabeza de la estatua hay una gran grieta. Por eso la hemos sellado entera para evitar más desprendimientos». Por su parte, la delegada de Cultura, Maria Antònia Mercant, también se mostró a favor de restaurar dicho conjunto histórico debido al mal estado de conservación en que se encuentra.