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Los vecinos de las vías del tren de Santa María han mostrado sus quejas por los temblores y por las grietas en las viviendas que produce el paso del ferrocarril por el pueblo. Por esa razón, piden que los trenes reduzcan la velocidad al entrar en Santa María para poder minimizar los efectos. Uno de los afectados, Miquel Vidal, afirma que «hace unos dos años cambiaron las traviesas de la vías y las pusieron de hormigón. Antes eran de madera que absorbe más los temblores del tren, pero el hormigón, aunque sea más consistente y permita que el tren circule a más velocidad, acentúa los temblores en las casas que son constantes y provocan las grietas». Quetglas afirmó que «estas grietas sólo salen en la parte de la casa más próxima a las vías y, por ejemplo, mi piso se construyó hace unos 30 años y nunca antes de que cambiasen las traviesas había tenido ninguna grieta en las paredes o en los techos».

Los vecinos de la zona se han dirigido en diversas ocasiones al Ajuntament de Santa María para mostrar sus quejas a la alcaldesa, Rosa Vich (PSM). En la última ocasión que Miquel Quetglas acudió al Ajuntament, la alcaldesa le sugirió que realizara una recogida de firmas para poder presentar una información oficial a Servicios Ferroviarios de Mallorca (SFM) y darles un margen de tiempo para que realizaran alguna actuación. «Si desde SFM no se nos da ninguna respuesta pediremos hora para exponer el problema al gerente, Rafel Pons», aseguró Rosa Vich, que continuó diciendo que «hace unos tres meses que ya notifiqué las quejas de los vecinos a Pons, así que conoce el problema que ya viene de lejos».

La alcaldesa Rosa Vich contó que en una de sus reuniones con el gerente de Serveis Ferroviaris de Mallorca, le sugirió que se instalase en Santa Maria el mismo sistema que se quería aplicar desde la estación de Son Rullán hasta Palma. Vich explicó que «se trata de un mecanismo que amortigua los ruidos y temblores que producen las máquinas». Por su parte, Rafel Pons, contestó que «de momento este nuevo sistema estaba en pruebas y que si daba buenos resultados se aplicaría en otros municipios», según la alcaldesa. Otra opción que ofrece Rosa Vich, y que coincide con las de los vecinos, es que los maquinistas entren más despacio en el pueblo. «Los temblores se notan más o menos dependiendo del maquinista. Así una solución sería que desde SFM se pusieran unas normas para que los conductores de los trenes respetasen un máximo de velocidad la entrar en suelo urbano».