Los hechos se remontan al mes de marzo de 2002 cuando el
entonces alcalde de la localidad, Josep Muncunill, dictó una
resolución por la que se sancionaba a un vecino de Son Net con una
multa de 46.772 euros por una grave infracción urbanística.
Ante esta situación, el vecino pagó la multa y recurrió la
sanción ante los tribunales. Transcurridos unos meses, el pasado 23
de octubre, el juez dio la razón al vecino anulando la multa. Pese
a la sentencia desfavorable el Ajuntament decidió imponer un
contencioso administrativo alegando la clara ilegalidad de las
obras.
Finalmente, el pasado 17 de noviembre el Tribunal Superior de
Justicia dictó de nuevo sentencia desestimando el recurso del
Consistorio por defecto de forma en la valoración del expediente de
infracción urbanística.
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