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LLUÍS PLANAS
Más de 500 personas, según fuentes de la Policía Local, se manifestaron ayer en Llucmajor mostrando su rechazo por un videojuego que mostraba diferentes formas de matar a una mujer en la web de ASI, y contra su presidente y portavoz en el Ajuntament llucmajorer, Joaquín Rabasco. El sentimiento de los manifestantes se reflejó en la pancarta principal y que portaba el colectivo de mujeres organizador de la convocatoria: «No queremos que nos maten ni en broma». Durante la lectura de un manifiesto por Catalina Font, directora de la revista local «Llucmajor De Pinte en Ample», los manifestantes pidieron la dimisión de Rabasco por el «juego escabroso» y «porqué estamos cansados de insultos, difamaciones y amenazas». En el manifiesto se criticó «a los gobernantes que, en este ayuntamiento, durante años le han alimentado, viciado y consentido».

Los participantes en la protesta hicieron un corto recorrido desde la avenida de Jaume III hasta el Ajuntament. Entre ellos estaba el alcalde de Llucmajor, Lluc Tomàs, acompañado de los consellers Rosa Puig y José María Rodríguez y la directora del Institut Balear de la Dona, Isabel Llinàs. El alcalde lamentó los hechos ocurridos con su ex socio y dijo que no volvería a pactar con él.

También estaban la secretaria general del PSIB, Francina Armengol, y su homólogo del PSM, Biel Vicens, con Nanda Ramón, los portavoces municipales del PSOE, PSM y UM. Entre los colectivos que apoyaron el acto estaban el Grupo de Hombres contra la Violencia Machista, el Lobby de Mujeres y a Mujeres por la Democracia, Lorenzo Bravo, secretario general del UGT, y a Jaume Sastre, del Lobby per la Independencia. Las convocantes de la manifestación agradecieron el apoyo de la Obra Cultural Balear, el STEI y los medios de comunicación. El concejal de ASI Guiem Roig, apareció al principio de la manifestación para decir que no participaba por ser un «acto político» y que no se ha respetado la presunción de inocencia.