El conflicto existente entre la Policía Local y el equipo de
gobierno del Ajuntament de ses Salines está provocando inseguridad
en todo el municipio. En primer orden, hay días en que por la tarde
y durante la noche, como pasó ayer mismo, no hubo ningún agente de
guardia.
Esta situación está provocada por la falta de entendimiento
entre las dos partes a la hora de llegar a un acuerdo para negociar
el nuevo convenio que colme las reivindicaciones de los agentes
para mejorar su situación laboral y económica. Aunque desde el
Ajuntament siempre se han anunciado buenas intenciones, según los
agentes «no hay ningún avance al respecto. Sólo buenas intenciones
de la alcaldesa Maria Bonet que no se concretan en nada».
Con todo, la cuestión es que de los nueve agentes que conforman
la actual plantilla, a parte de los que ya han abandonado, hay tres
policías que se han dado de baja laboral por diferentes motivos. Al
parecer, algunas de estas bajas vendrían condicionadas por el
estado de nerviosismo y las «amenazas existentes que se hacen
extensivas a miembros de nuestras familias. Así, sólo seis policías
cubren todo el pueblo de ses Salines y la Colònia de Sant Jordi y
hay días en que por días libres se quedan sin vigilancia alguna.
Para los policías «con todo este clima los únicos perjudicados son
los ciudadanos que ante cualquier conflicto o accidente se
encuentran sin nadie que salga en su ayuda».
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