Las obras de desdoblamiento de la carretera de Manacor han superado
su punto más conflictivo y polémico. Se trata del tramo ubicado
entre la rotonda de Montuïri hasta el cruce de Porreres, que es el
futuro enlace del eje Campos-sa Pobla.
Las palabras del director de la obra, Francesc Orejudo, lo
evidencian: «Montuïri ha sido una pesadilla porque ha habido de
todo y mucho». Estas palabras fueron complementadas por el director
insular de Carreteres, Gonzalo Aguiar: «Ha sido muy conflictivo
porque en un tramo muy pequeño ha habido cuevas, norias, pozos,
viviendas y también empresas y restaurantes. Todo ello lo tuvimos
que encajar difícilmente y se ha conseguido».
Con la puesta en marcha de este punto se elimina un complejo
entramado de rotondas y viales que se pusieron en funcionamiento de
forma provisional y que suponían un peligro para los conductores.
Precisamente a esto se refirió el conseller d'Obres Públiques,
Antoni Pascual, quien celebró que las empresas «hayan logrado abrir
este tramo antes de Semana Santa, ya que aumentan el tráfico y los
accidentes».
De hecho, de momento, las empresas que ejecutan el
desdoblamiento de la carretera de Manacor cumple los plazos de
forma escrupulosa. Así, ayer anunciaron que las obras llegarán a
Vilafranca el próximo mes de junio y concluirán en Manacor en
octubre o noviembre, tal y como estaba previsto. La presidenta del
Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, asistió a la puesta en
marcha del tramo de Montuïri y destacó que este proyecto demuestra
que la institución insular «da soluciones a los problemas reales de
los mallorquines». Asimismo destacó que el proyecto es «muy
respetuoso con el medio ambiente y el entorno».
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