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LL.PLANAS
El portavoz del grupo parlamentario de Esquerra Unida-Els Verds (EU-EV), Miquel Rosselló, pidió ayer un «ejercicio de imaginación» a la hora de valorar la participación el fin de semana pasado del president del Govern balear, Jaume Matas, en un acto de apoyo al editor Pedro J. Ramírez como parte de la contramanifestación organizada en respuesta a la concentración «La Costa es de tots» en Son Servera. «¿Qué hubiera dicho el Partido Popular si el Govern del Pacte de Progrés hubiera dado apoyo a una contramanifestación frente a la tractorada y que el president Francesc Antich hubiera asistido a ella?», se preguntó el diputado.

Antes de eso, Rosselló había considerado una «verdadera aberración» que el president del Govern balear asistiera «a un acto de estas características». «Es insólito que se vaya a una contramanifestación e incomprensible que el PP haya conducido a la institución a una echada al monte de estas características», añadió el portavoz. El compañero de Rosselló en una rueda de prensa celebrada ayer, el diputado eivissenc Miquel Ramon, quiso mostrar también su «indignación» por «la intolerable tergiversación de la realidad que están haciendo algunos».

«Durante la mañana del sábado pasado tuvo lugar en sa Marjal un acto para pedir el libre paso por la costa y contra las privatizaciones ilegales. Es una falta de vergüenza total y absoluta decir que la contramanifestación era en defensa de la libertad de expresión. No había ninguna libertad amenazada», consideró Rosselló. «El president Jaume Matas y su Gobierno dieron apoyo, con su respaldo a la contramanifestación, a la privatización de la costa. Considero que tendría que caérsele la cara de vergüenza, pero entonces me viene a la memoria que fue él quien como ministro del Ministerio de Medio Ambiente se encargó de conceder la concesión ilegal», dijo.