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G.V./J.S.R./J.S.F.
Un año más la resurrección de la Kika y el jolgorio de la peña El Coso protagonizaron el día de Sant Agustí en Felanitx. La fiesta se inició con la salida de la Kika de la Font de Santa Margalida, acompañada de banderas estelades y la música de los xeremiers con un gentío eufórico que acompañaba a los miembros de la peña más numerosa, El Coso. Poco antes de las diez llegó la comitiva cosera a la Plaça de s'Arraval donde la actriz Vivian Caoba, desde el balcón de can Picó, realizó un particular espectáculo culinario con recetas y canciones. Después la indirectiva cosera entregó una kika de plata a los propietarios de can Picó en homenaje a los 22 años que llevan cediendo su casa para hacer esta peculiar fiesta. Este detalla está motivado por el anuncio de la indirectiva cosera de abandonar la indirección de la peña.

A las 10:30 horas empezó la fiesta oficial con la concentración de las autoridades delante del Consistorio. La alcaldesa Catalina Soler y su corporación municipal estuvieron acompañados de la consellera de Immigració, Encarna Pastor, el President del Parlament y alcalde de Inca, Pere Rotger, y en representación del Consell de Mallorca, Francesc Buils. Los bailes de los cavallets y la nueva colla de gigantes acompañaron las autoridades hasta el convento de Sant Agustí donde se celebró la misa concelebrada. Mientras tanto, alrededor del bar Can Moix, centenares de peñistas celebraban la fiesta allí bailando, bebiendo y poniendo la nota de color en el día de Sant Agustí.

Una vez finalizada la misa, los cavallets ofrecieron sus tradicionales danzas delante de las puertas del convento. La novedad de este año fue la presencia del gigante des Macolí y na Maria Enganxa, que ofrecieron su baile por primera vez por Sant Agustí. A continuación llegó el momento más esperado, El Coso desplegó su palio desafiando a las autoridades a pasar por debajo. Uno a uno pasaron entre las estelades y senyeres mientras el gentío gritaba «vosotros fascistas, haceis autopistas», pero la cosa no pasó de aquí y no hubo incidentes. Al final, el rector Llorenç Lladó pasó por el palio y fue levantado hombros, con las aclamaciones de toda la plaza mientras él iba repitiendo «sin El Coso no hay fiesta». La fiesta continuó y todos se dirigieron al Consistorio, cavallets, gigantes, cabezudos, autoridades, xeremiers y peñistas. Allí, los cavallets y los gigantes volvieron a ofrecer sus bailes al numeroso público que se había reunido en las proximidades del Ajuntament. Una vez finalizado, la kika y los miembros de la peña El Coso volvieron a cantar y a bailar con el ritmo de las xeremies. Sonó el «no en volem cap», «el jaleo» y también el himno republicano de Riego. Mientras tanto las autoridades y felanitxers pudieron disfrutar de los aperitivos que el Consistorio dispuso.