Los peregrinos comenzaron a llegar al Santuari de Lluc sobre las 7.30 de la mañana.

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MARTA MEDRANO
Cerca de 10.000 personas llegaron ayer a primera hora de la mañana al Santuari de Lluc tras haber recorrido a pie decenas de kilómetros durante toda la noche.

La tradicional subida a Lluc a pie de la Part Forana, que este año celebraba su XXVII edición, se inicia oficialmente a las 4.30 de la madrugada en la plaza del Bestiar de Inca, aunque quienes están más en forma optan por caminar hasta Lluc desde sus pueblos en un recorrido que en algunos casos se inicia por la tarde del sábado en las localidades más alejadas del Santuari como Felanitx, Esporles o Manacor.

A las siete de la mañana, el aparcamiento del Santuari se empezó a llenar de gente que iba cogiendo el chocolate y los donuts que ofrecía la organización. Muchos reponían fuerzas y los más previsores aprovechaban para echar una cabezadita en sus sacos de dormir tendidos sobre el asfalto.

La subida a Lluc de la Part Forana de Mallorca, organizada por la Asociación d'Antics Blavets, cuenta cada año con más adeptos que suben con camisetas con el nombre de su pueblo.

Los políticos no quisieron desaprovechar ayer esta multitudinaria cita, que estuvo especialmente concurrida por los alcaldes populares y que, este año, como novedad, contó con la asistencia del president del Govern, Jaume Matas. Matas salió de Inca a las 4.30 de la madrugada acompañado por el conseller de Medi Ambient, Jaume Font. Durante la marcha se añadieron los alcaldes de Mancor, Bernardí Coll; Selva, Joan Rotger y Escorca, Antoni Gómez. Al margen de estos alcaldes populares también subió a Lluc desde Pollença el ex alcalde y actual Conseller Insular de Patrimoni, Joan Cerdà, que lo hizo corriendo y demostró así su buena forma física. El alcalde de Campanet, Francesc Aguiló o el de Campos, Andreu Prohens, subieron con las comitivas de sus respectivos pueblos. También lo hizo el director insular Guillem Ginard, que subió con una bandera de Mallorca colgada de su espalda.

Esta popular excursión culmina con una ofrenda floral a la Mare de Déu de Lluc y una Eucaristía a las once oficiada por el Obispo de Mallorca, Monseñor Jesús Murgui.