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LL.GARCIA
El mes de febrero, cuando finalice la nueva fase de las obras de reforma de las vías que estos días que lleva a cabo el ferrocarril de Sóller, se habrán renovado cuatro kilómetros más de vía. Esta nueva fase de renovación de la línea férrea se centra en estos momentos en el Pujol d'en Banya y el cruce de Santa Maria y el tramo entre el paso a nivel de Santa Maria y Son Amar donde las vías se sujetarán mediante un nuevo sistema que combina metal y goma para evitar las vibraciones del tren y una mejor adaptación a las vías.

Según los técnicos de la compañía para esta parte de la reforma se utilizarán 2.000 vigas nuevas de roble por kilómetros de vía. Proceden de Galicia y tienen un coste de 24 euros la unidad muy por encima de las que hasta ahora se utilizaban, de pino. Dentro de los túneles, en las zonas con más humedad, en las curvas con mucho desplazamiento y en los pasos a nivel se utilizarán de hormigón, por asegurar todavía más la durabilidad del sistema.

Según ha explicado Antoni Cifre, jefe de explotación del Ferrocarril de Sóller, indicó que «la intención es acabar la renovación de las vías en 5 años a un ritmo de 5 kilómetros por año. No se descarta trabajar con el tren en servicio para avanzar la sustitución».