Pere Antoni Vives es uno de los payeses de Maria de la Salut afectado por los robos.

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P. M./C.R.G. La Conselleria d'Interior del Govern trabaja, conjuntamente con los municipios afectados, en la creación de patrullas rurales nocturnas para poner fin a la oleada de robos en foravila. Las gestiones las lleva a cabo la Direcció General d'Interior, que gestiona Sebastià Amengual, tras las últimas denuncias de los payeses que llevan meses aguantando robos de todo tipo en sus fincas de foravila.

La acción se llevará a cabo de forma coordinada con Delegación de Gobierno. A principios de este mes de agosto, el presidente de Asaja Balears, Biel Company, se reunía con Ramon Garcías, delegado del Gobierno, y altos mandos de la Guardia Civil para informar a las autoridades de los robos, hurtos y daños materiales que en los últimos meses se está produciendo en explotaciones agrarias del interior de Mallorca.

«Normalmente», explicaba Company, «estas acciones no son denunciadas porque se trata de pequeños robos y el payés no quiere perder tiempo en tramitaciones de las que no espera gran cosa».

La reacción de Delegación de Gobierno fue inmediata. De hecho, Socías anunció la puesta en marcha de un operativo para prevenir y actuar en los robos. «No se trata de aumentar dotaciones, sino de modificar con los jefes de la Guardia Civil los operativos para que sean más eficientes», dijo.

La línea de investigación de la Guardia Civil apunta a que se roban producciones de fruta que más tarde se vende en las playas, aunque también se sustraen combustibles, líneas eléctricas y diversos equipamientos. Estas acciones están teniendo lugar en zonas como sa Pobla, Muro, Can Picafort y el Pla de Mallorca.

En Maria de la Salut y sa Pobla, los payeses están indignados porque la oleada de robos no cesa. Se roban melones, sandías, berenjenas ajos o tomates y con frecuencia también gasóleo, canalizaciones, persianas de contadores e incluso aspersores de riego. «Antes podías dejar una caja de patatas sin vigilancia toda una mañana; ahora no, porque corres el peligro de que te roben», explicaba recientemente un payés a este diario.