La finca cuenta con una gran extensión y ha sido objeto de polémica desde sus inicios.

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El Ajuntament d'Artà no ha aceptado, de momento, la legalización de las obras realizadas en la finca de Son Coll, propiedad de Boris Becker. El arquitecto municipal ha informado desfavorablemente el proyecto presentado por los representantes legales del ex tenista alemán por no contar con los metros de terreno necesarios para adaptarse a la normativa urbanística actual. Ahora, el Ajuntament le ha dado un ultimátum de aproximadamente tres semanas para arreglar esta situación cuando se cumple un año desde la apertura del expediente de infracción urbanística.

Los hechos se remontan al pasado mes de agosto de 2006 cuando el celador del Ajuntament d'Artà informó de una serie de obras realizadas en la casa de Son Coll edificadas sin contar con la pertinente licencia. Así, se detectó la construcción de una pista de bàsquet, el cubrimiento de dos pérgolas con bovedillas y teja árabe y el asfaltado de una explanada hechas sin el permiso municipal.

Ante esta actuación, la entonces alcaldesa de Artà, Maria Francisca Servera, anunció la abertura del expediente de infracción urbanística y dio un plazo de dos meses para legalizar la situación. Pasado este tiempo, los representantes legales solicitaron una prórroga por lo que el proyecto no se presentó hasta finales de año.

Ha sido esta semana que los técnicos municipales, después de estudiar el proyecto presentado por los representantes legales del ex tenista, han desestimado, de momento, la legalización de las obras. Sin embargo, todo apunta que la legalización podría ser posible y todo queda a la espera de un nuevo proyecto que tiene que entregarse en unas semanas. Según alegan los abogados, la propiedad cuenta con unos terrenos adyacentes que servirían para alcanzar los parámetros establecidos por ley y, de esta manera, sería posible legalizar estas obras.