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CARMEN RUIZ DE GALARRETA

El sueldo del Govern a alcaldes y regidores de menos de 5.000 habitantes no mejora la financiación de los ayuntamientos, pero es que además suscita el malestar de otros consistorios de más de 5.000 habitantes, que tienen los mismos problemas o mayores. Sin duda, se trata de una buena ayuda que la práctica totalidad de ayuntamientos pequeños ha solicitado, pero hasta el Govern es consciente de que el límite de habitantes no es justo.

El decreto regulador del sistema de compensación económica que desarrolla la Ley Municipal del Régimen Local de las Islas fue aprobada la pasada legislatura por el PP, pero es el PSOE el que ha iniciado su aplicación. De hecho, el año pasado se aprobó un sueldo mensual de 2.703'83 euros brutos, que está a punto de hacerse efectivo y que este ejercicio se incrementará un 2 por ciento.

Miquel Nadal, director general de Administraciones públicas, manifiesta que es consciente de que «el límite de 5.000 habitantes hoy en día, sobre todo en Mallorca, no se ajusta a la realidad, porque hay algunos ayuntamientos de 8.000 ó 10.000 habitantes que tienen verdaderas dificultades».

Nadal asegura que planteará una modificación de la ley, estableciendo un mínimo de 10.000 habitantes. Aún así, «como municipalista, soy más partidario de que los ayuntamientos tengan autonomía financiera, pero mientras no haya otra fuente de financiación, no se pueden quitar esta retribución».

El presidente de la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB), Joan Ferrà, también alcalde de Puigpunyent, va más allá. «La solución no es que el Govern pague sueldos. Esta ayuda es un arma de doble filo. Son subvenciones finalistas que limitan la autonomía municipal. No deja margen a destinarlo a otra cuestión. Desde la FELIB, exigimos mayor participación de los ayuntamientos en los tributos del Estado y Comunitat Autònoma para olvidarnos de las subvenciones».