La plaza de toros de Felanitx revertirá al Ajuntament si no se celebra una corrida anual

En el hipotético caso en que no se celebrase la fiesta, la propiedad de la plaza de toros, ahora propiedad del empresario catalán Pere Balanyà, retornaría a manos del Ajuntament según lo que figura en la primera escritura de compra-venta del coso taurino. El documento también blinda que en el solar donde se erige La Macarena siempre tendrá que haber una plaza de toros, no pudiéndose destinar a nuevos usos.

Catalina Soler ha explicado que «tras localizar la primera escritura de compra-venta, el alcalde que la vendió por primera vez a manos privadas incluyó una serie de cláusulas para su venta: que la plaza de toros siempre debe ser una plaza de toros y, además, la obligatoriedad del propietario de turno, sea quien sea, de organizar una corrida de toros el día de Sant Agustí».

En la escritura también queda muy claro que «si estas dos condiciones no se llevaran a cabo, la plaza revertiría automáticamente a la propiedad municipal», según explicó la alcaldesa. Según Soler, en su momento, el alcalde Andreu Manresa "en la década de los 70-, tuvo que recordar a los propietarios que tenían la obligación de organizar una corrida, hecho que quedó reflejado en el expediente.

Con todo, la recuperación de la primera escritura de compra-venta es muy importante, ya que de esta manera se disipa cualquier duda sobre el futuro de la plaza, descartando totalmente una supuesta venta del solar para fines inmobiliarios.

La alcaldesa Catalina Soler ha explicado que ahora, «como Ajuntament debemos confirmar que en las posteriores ventas a aquella primera se han cumplido estas dos condiciones que están establecidas».

Además, Soler ha asegurado que este año, por Sant Agustí, tendrá lugar la tradicional novillada de toros en la emblemática plaza de La Macarena.
Historia
Fue durante las fiestas de Sant Agustí de 1891 cuando se inauguró una plaza de toros que, entre los años 1913-14 fue totalmente reformada hasta conseguir su forma actual.

En los años 1920 y 1929 se celebraran numerosas corridas de toros y novillos en las que tomaban parte aficionados felanitxers. En 1960 se hizo cargo de la plaza Federico Molina, personaje que le puso el nombre de La Macarena y organizó una escuela taurina que tuvo poca duración (1962). Así, este año la vetusta plaza de toros de La Macarena de Felanitx, considerada como una plaza de tercera categoría, cumplirá 117 años con un aforo de cerca de 2.200 personas, aunque durante la fiesta del día de Sant Agustí el público congregado puede oscilar hasta las 3.000.

Polémicas aparte, Felanitx vivirá otro año más de toros durante las fiestas del patrón mientras la propiedad de la plaza está barajando la posibilidad de abandonar su explotación.