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GUILLEM MAS Un ambiente especial reinaba ayer tarde en la plaza Major de la Vila. Los Cossiers que hasta hace casi 15 años han bailado las danzas ancestrales realizaron su penúltimo baile a expensas de su retirada mañana día de la fiesta patronal de Sant Bartomeu, donde recibirán un homenaje del pueblo y darán el relevo a una nueva generación de Cossiers.

A las siete los colores de los Cossiers, los olores de la albahaca, el sonido del flabiol, xeremies y cascabeles, o los azotes del Dimoni, evidenciaba la llegada de unos de los días más esperados del año para los montuïrers.

El recorrido por las calles de los pueblos son sin duda la esencia de la fiesta, las cuestas empinadas del pueblo sirven para ver las carreras de la gente ante un Dimoni animado por los insultos que le confieren los vecinos. En la tarde de ayer, los Cossiers danzaron por diferentes casas, entre empujones para ver el baile.

Flor de Murta, Mestre Joan, El Rei no podia, Obriu-mos, Dansa Nova i la Gallineta Rossa, fueron las danzas que fueron alternando los Cossiers ya entrada la tarde. Hoy, día de Sant Bartomeu, los danzadores bailan de nuevo a partir de las 10 horas de la mañana en la plaza Major. A las 12 horas tendrá lugar la misa en la que bailarán l'Oferta y serán homenajeados por su labor.