TW
0
M.A.VAQUER «Nos dijeron que el proyecto sería un negocio, pero finalmente ha sido un engaño». Con estas palabras califica el alcalde de Campos, Guillem Ginard, el proyecto 'Molins de Campos' impulsado por Jaume Matas hace seis años, cuando era ministro de Medio Ambiente.

La finalidad de este proyecto consistía en la rehabilitación arquitectónica y ambiental de los molinos, así como también, en la futura ejecución de un programa de actividades de carácter ecológico, agrario, cultural, turístico y de uso público. Además, el convenio aseguraba «la reconversión de los molinos tradicionales de viento en generadores de energía eólica», explica Ginard.

A día de hoy solamente se han rehabilitado cincuenta molinos del centenar que se había acordado, y de estos sólo hay diez que están en funcionamiento.
Se trata de una iniciativa «totalmente deficitaria, ya que la energía que se obtiene tiene un valor de 9.000 euros, mientras que sólo los gastos de mantenimiento superan los 200.000» apunta el primer edil. Esta es una cantidad que abona la Conselleria de Medi Ambient.

«Nos aseguraron que el molino generaría electricidad suficiente para abastecer a tres casas, pero no ha sido así, ya que no genera suficiente energía ni en los días de viento», asegura Miquela Caldentey, propietaria de uno de los diez molinos que están en funcionamiento.