Aunque los técnicos de la Conselleria de Medi Ambient dieron ayer el visto bueno a la adaptación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Inca al Plan Territorial de Mallorca (PTM), impusieron unas prescripciones que son de obligado cumplimiento por parte del Ajuntament.
Una de estas prescripciones es la de establecer suficientes recursos hídricos en la ciudad, por lo que han limitado el crecimiento poblacional hasta los 35.000 habitantes en lugar de los 60.000 que preveía el Consistorio. Actualmente, el municipio de Inca cuenta con unos 28.000 habitantes. Además, el Ajuntament también deberá hacerse cargo de la ampliación de la depuradora y la legalización de una serie de pozos municipales.
Por estas razones, los técnicos de Medi Ambient también prescriben eliminar el proyecto de la fachada de Inca que preveía la construcción de una zona residencial ubicada entre el hospital comarcal de Inca y la entrada de la ciudad.
Pero a pesar de este informe técnico, la última palabra depende de la comisión balear de Medi Ambient que se celebrará el próximo día 14 de octubre. Hasta entonces, y sin tener el visto bueno de los políticos, el Ajuntament no puede realizar la aprobación inicial del PGOU al PTM que tiene un gran número de proyectos de la ciudad paralizados. Además, la legalización del mercado cubierto también depende de esta adaptación.
Después, esta aprobación inicial deberá enviarse a la comisión insular de Urbanismo que estudiará el documento y decidirá si, finalmente, se aprueba la adaptación urbanística. Cabe recordar que hace dos años y medio que el Consell dio el visto bueno al PGOU de Inca y desde entonces el Ajuntament intenta sin éxito adaptarse al Plan Territorial.
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