Chistiane y Gabriel, artífices de este singular espacio con vistas a Artà, han construido un jardín que invita a relajarse.

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La historia del jardín de las mujeres empezó como una historia cualquiera. Veinte años atrás dos mujeres alemanas llegaron a Mallorca para vivir en el campo. Pero Christiane von Lengerke y Gabriele Schilling, las protagonistas de esta aventura, descubrieron que «las aportaciones de las mujeres a la historia de las Balears aparecen siempre en un segundo plano».

Así decidieron convertir su campo de almendros en un auténtico monumento a todas las mujeres que «son las madres del presente de estas islas». Pero esta historia de entusiasmo y vocación didáctica está a punto de terminar. Las dos artífices del jardín han decidido volver a Alemania y poner a la venta su «monumento a las mujeres».

Christiane fue profesora de literatura en su país y confiesa estar «orgullosa del carácter didáctico del jardín, un carácter que siempre se debería mantener».

Tanto ella como Gabriele aseguran que dejarán la isla para volver a su país. Las dos confiesan que «sería un sueño que al dejar este lugar la administración pertinente comprara el jardín para convertirlo en el hogar de las mujeres y de las asociaciones de mujeres de Mallorca».

Pero ellas dos no luchan en solitario, ya tienen el apoyo del Lobby de Dones de Mallorca, de la escritora Maria Antònia Oliver, de la profesora de la UIB Francesca Salvà y de «muchas más personas que han visitado el jardín y han aprendido que la historia de estas mujeres es la nuestra».

Y es que el Jardí de les Dones ha sido siempre un espacio compartido. «Desde el principio tuvimos claro que este jardín debía ser un espacio de encuentro», asegura Christiane.

Y así ha sido durante veinte años. Este espacio ha acogido mujeres maltratadas, exposiciones, lecturas colectivas, mujeres drogodependientes en rehabilitación, fiestas y «muchos turistas que han quedado impresionados por la manera de vivir que rodea y caracteriza a las mujeres mallorquinas», asegura emocionada Christiane.

En el jardín «hay 19 espacios creados para conocer Mallorca con la mirada de sus mujeres más célebres», explica Christiane. Un paseo que empieza en la prehistoria con la sacerdotisa del talaiot de Ses Païsses Nuredduna, y sigue incansable con la alegórica Balanguera, las beatas Sor Catalina Thomàs y Sor Francinaina Cirer, Catalina Homar, la amante del Archiduque Luís Salvador de Austria o la dirigente comunista Aurora Picornell. Todos estos rincones están rodeados de matas, lavandas y almendros, donde se encuentran las cajas impermeables que contienen reproductores de discos, libros, recortes de prensa, fotografías, objetos y cuadernos «que permiten descubrir pedazos de las historias de estas mujeres».