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LL. GARCIA La delegación local de Cruz Roja, una de las agrupaciones más antiguas y dinámicas que tiene la entidad en las islas, celebró ayer su tradicional Fiesta del Voluntario durante la cual los colaboradores de la entidad recibieron un pequeño homenaje en la Sala Magna del Ajuntament. Al acto asistieron diversas personalidades entre ellas el conseller insular de Interior, Joan Lladó i la directora general de emergencias del Govern Balear, Cristina Ferrer, además de representantes de Salvamento Marítimo, Germandat de Donants de Sang y Servicio Aéreo de Rescate, entre otros.

Después de celebrarse una misa en el Convent dels Sagrats Cors, tuvo lugar la entrega de diplomas y medallas durante una sesión especial celebrada en el Ajuntament y presidida por el alcalde, Guillem Bernat. El presidente de la agrupación local, Miquel Bosch agradeció «enormemente» el trabajo desinteresado de los voluntarios y colaboradores sin los cuales no sería posible participar en tantos rescates y emergencias, tanto en la montaña como en el mar, como lleva a acabo la Cruz Roja de Sóller.

Después del acto se asistió a un aperitivo en la sede local y, posteriormente, a una comida celebrada en la Estación Naval a la que asistieron un centenar de personas.