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ANTONI POL Sineu recuperó la tradición y acogió ayer la Fira de Sant Tomàs y la Mostra de Matances. Para la ocasión, la plaza del Fossar se reconvirtió en una antigua possessió en su día de matanzas. Bajo un antiguo porche instalado para la ocasión, un grupo de personas vestidas con los trajes tradicionales de la payesía mallorquina iba despiezando el animal, embutiendo sobrasada, limpiando tripas... Incluso el frío y la lluvia casual favoreció el ambiente propio de las matanzas. En otro lado de la plaza se habían instalado los tenderos con los fabricantes y comerciantes de sobrasada y de otros productos. Los tenderos ofrecían rebanadas de pan con sobrasada, para que los visitantes degustaran los embutidos antes de comprarlos.

En el marco de la feria se celebró también el concurso de porcs grassos. El premio al porc negre de más peso fue para Bartomeu Torres, que concursó con un animal de 258 kilos criado en la finca de es Morers, en Sineu. En la categoría de porc blanc, el premio fue para Mari Luz Alomar, cuyo animal pesó 314 kilos. El cerdo también había sido engordado en Sineu, en la finca de Son Estela, «a base de harina de cebada, higos, garbanzos y a lloure», confesó Mari Luz.