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MARGA JOY Parece que los vecinos de Tuent, al fin, han podido respirar tranquilos gracias al paso provisional que los técnicos hicieron el viernes. «Sólo por el mero hecho de poder circular están muy satisfechos», comentaba ayer el alcalde de Escorca, Antonio Gómez. «Después del caos que ha supuesto este tiempo de incertidumbre, sin saber cuándo se arreglaría el problema, ahora están muy esperanzados», dijo.

Los vecinos habían denunciado su situación la semana anterior, ya que la carretera, cerrada desde mediados de diciembre por un impresionante deslizamiento de tierra que la partió literalmente, había permanecido cerrada hasta entonces. Los técnicos «rellenaron» las grietas el viernes con piedras y arena, una solución que, aunque provisional, ha permitido a los vecinos poder circular y a las máquinas perforadoras realizar los trabajos de sondeo necesarios para determinar cuál será la solución más viable.

Gonzalo Aguiar, director insular de Carreteres, afirmó que el parche «ha funcionado bien», aunque recordó que es provisional «mientras seguimos buscando soluciones, sean provisionales o definitivas».

El hecho de no poder determinar todavía cuál fue la causa exacta del derrumbe, hace que no se pueda todavía establecer una fecha de finalización de los trabajos.

Lo positivo es que en la última semana parece que no ha habido movimientos de tierra, aunque desde el Consell recordaron que si se producen lluvias abundantes este arreglo provisional podría desaparecer.