Bronca con expulsión en la sala de plenos

Hasta cinco veces advirtió el alcalde a Monjo de que sería expulsado si insistía en los descalificativos, pero el portavoz de UM continuó su discurso, añadiendo el apelativo de «caciquillo». «No puede haber jamás consenso en este Ajuntament mientras tú estés como regidor. Joan, hago un esfuerzo para no sacarte fuera», dijo Torres.

Después de que le llamara «caciquillo», el alcalde ordenó al concejal de UM hasta una docena de veces que abandonara la sala, tantas como el concejal se negó a salir. El ambiente se fue caldeando, un agente de la policía entró en la sala (otros tres aguardaban fuera) y el discurso subía de tono. «No me voy, estoy amparado por 600 votos, tengo derecho a hablar y porque no te guste lo que oyes no me vas a sacar fuera», insistía Monjo. «No me hagas hacer venir a la policía a hacer el cuadro», advertía Torres. La respuesta de Monjo fue demoledora: «Eres un puto chulo».

El alcalde, Martí Torres, abandonó entonces el salón de plenos acompañado del teniente de alcalde Bernat Amengual, acordando un receso hasta que el portavoz de UM abandonara la Sala.

Fue entonces cuando el resto de partidos de la oposición (PSOE e Independents) decidieron abandonar también el pleno, no sin antes pedir al secretario municipal que dejara constancia en el acta de que «en la historia de la democracia es la primera vez que se expulsa a un regidor». ¿Cuál fue el inicio de la discusión? El orden del día anunciaba un pleno poco trascendental en el que sólo se debatirían la inclusión de Santa Margalida en la red balear de pueblos sostenibles y la subsanación de un error técnico en los presupuestos municipales. Monjo presentó una moción de urgencia para «aprobar cuál ha de ser la información mínima necesaria para que una factura sea aprobada por la Comisión de Gobierno y un modelo transparente para que se pueda saber fácilmente quién autoriza el gasto y el concepto en el que debe incluirse». El alcalde apenas intervino. Era la ex alcaldesa y regidora de Hacienda, Aina Rodríguez, la que daba las explicaciones cuando el discurso de Monjo derivó en los apelativos hacia el alcalde.

Segundos antes de dar por acabado el pleno, el alcalde Torres explicó al público que «la cosa viene de atrás».