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GUILLEM MAS Al mal estado de lo que queda de las antiguas instalaciones de Majorica hay que añadir el abandono del solar que vendió la empresa perlera a una promotora para la construcción de viviendas de lujo de protección oficial.

La razón por la cual no se ha iniciado ningún tipo de construcción se debe en gran medida a los problemas de contaminación del suelo del solar. Aunque desde Majorica se niega que en el subsuelo haya grandes cantidades de ácido nítrico, fruto de décadas de tratamiento de perlas, la realidad es que la corrosión de los ácidos vertidos provocó una gran cavidad -luego rellenada de hormigón- que hizo temer por la estructura del edificio de la fábrica.

Tras la venta del solar hace tres años, Majorica y la promotora no se ponen de acuerdo sobre quién tiene la responsabilidad de descontaminar el suelo. Acusaciones mutuas, pero el problema sigue sin resolver.

Al margen de la responsabilidad sobre quién tendría que haber descontaminado el solar antes de su venta, el tratamiento de la tierra está provocando verdaderos quebraderos de cabeza.

Según ha podido saber este periódico, el hecho de que en Mallorca no se cuenta con ninguna planta de tratamiento de tierra contaminada, plantea la posibilidad de tener que trasladarla a alguna instalación de la Península. Ello provocaría unos gastos desorbitados que ni la actual ni la antigua propiedad parece querer tener voluntad de asumir.

Mientras no se solucione el tema de la descontaminación del suelo, la promotora no iniciará ningún tipo de construcción, aunque se han planteado algunas alternativas como la de ir descontaminando por fases y edificar en ellas.

Con todo, según ex trabajadores y vecinos de Via Majorica, la contaminación del subsuelo se podría haber extendido a pozos y cisternas de la zona. Muchas preguntas y pocas respuestas ante tal panorama.