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Lo último que debemos perder en los tiempos que corren es el sentido del humor. Esta idea la tienen muy clara Pep Roig, impulsor del no nato museo del Humor, y Joan Guasp, del museo del Aforismo, por lo que celebraron el pasado viernes por la noche el hermanamiento de «los dos museos más pobres del mundo», como los denominó Roig, en Cas Txeco de la localidad de Consell.

A las siete de la tarde, más de veinte personas recorrieron las principales calles del pueblo acompañados de los xeremiers y leyeron una gran número de aforismos. Las breves, pero sarcásticas frases leídas por vecinos del pueblo, por los propios artífices de los museos, Joan Guasp y Pep Roig, además de por el alcalde del pueblo Andreu Isern, el regidor de Cultura, Miquel Company, y por Antoni Torrens, conocido por su afán de conservar la cultura popular, provocaron la risa de los asistentes durante todo el recorrido.

Una vez en Cas Txeco, los asistentes pudieron contemplar todo el material recopilado por el museo del Humor además de una colección itinerante Rafel Verger, donde se exhiben diferentes cómics del autor mallorquín, que ha publicado más de 2.000 páginas en diversas publicaciones.

Durante el acto de hermanamiento, Pep Roig aprovechó para recordar el «poco apoyo de las instituciones en este proyecto», aunque agradeció al pueblo de Consell su ayuda y la oportunidad ofrecida para poder exponer en las mismas instalaciones donde se ubica el museo del Aforismo.

Además, durante el acto los artífices de los dos proyectos, las autoridades y el público firmaron los diplomas del Ajuntament y de los museos del Humor y del Aforismo para dejar constancia del hermanamiento y el secretario del museo del Humor, Antoni Roig, hizo entrega de los premios Granera-Vara de Comandament de l'Humor al alcalde Andreu Isern, a Joan Guasp, a Antoni Torrens por su gran labor en la conversación de la cultura y a los medios de comunicación por su apoyo al museo.