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La empresa contratada por Ports de les Illes Balears ha retornado a la superficie todos los sillares de la escollera y dique del Port d'Andratx que se fueron al agua el pasado mes de enero, empujados por la pasarela peatonal de hormigón, a consecuencia del temporal. Sobre el futuro del popular paseo hasta el Far Gros no hay por ahora ningún proyecto desde el Govern.

Tras diez semanas de trabajo, Naviera Daedalus ha dado por terminada su labor submarina de identificación de las decenas de piedras que se precipitaron al mar con la tempestad. En la escollera, cada una de ellas encaja en un lugar preciso, conforme al plan de las marjades que la construyeron y luego ampliaron en el siglo XIX.

En paralelo con el rescate de los sillares, la empresa especializada ha llevado a cabo una labor inversa, la del hundimiento en el mar de las decenas de metros de pasarela de hormigón que las olas desplazaron y retorcieron, y que a punto estuvo de percutir contra el edificio del faro.

Esa parte del paseo que quedó inservible tenía un peso aproximado de 180 toneladas, y para sumergirla hubo de procederse, entre otras adecuaciones, a cortarla por la mitad.

Ports de les Illes Balears no ha decidio sobre el futuro de la pasarela. De hecho la posibilidad de su reconstrucción se enfrenta con los motivos que arrasaron hace unos meses la escollera. Para el organismo del Govern balear, lo prioritario es que no sufra daños un dique de abrigo cuya finalidad es actuar como rompeolas.