Las obras de desdoblamiento de las vías del tren desde Inca hasta la estación de s'Enllaç, que tienen un coste de 12 millones, van a muy buen ritmo. Así lo comprobaron ayer el president del Govern, Francesc Antich, y el conseller de Mobilitat, Gabriel Vicenç, que realizaron una visita para inspeccionar el estado de las obras.
De hecho, unos 100 operarios trabajan día a día a destajo para terminar las obras en los plazos previstos, según quiso destacar el conseller Vicens. Los trabajos de duplicación de la vía se realizan en cinco kilómetros.
Antich aseguró que «las obras estarán totalmente listas durante el próximo mes de septiembre». Además, el president explicó que la obra que se ejecuta «servirá para dar más seguridad y más puntualidad a los trenes».
De esta manera, se coloca una manta de atenuación de vibraciones en el casco urbano de Inca, se construye el nuevo puente más ancho y más alto en la calle Juníper Serra de la ciudad, se amplían los seis puentes por los que pasa el tren durante su recorrido y se reforman los vestuarios del campo de fútbol del Sallista afectados por las obras.
El alcalde de Inca, Pere Rotger, también subrayó la importancia de las obras. «La ciudad estará mucho mejor comunicada», dijo.
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