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El alcalde de Capdepera, Bartomeu Alzina, pidió ayer al president del Govern balear, Francesc Antich, su mediación con la empresa energética GESA para que acelere las obras de la subestación eléctrica y se puedan adjudicar finalmente las 38 viviendas de protección oficial de la calle Roses, terminadas ya hace tres años. Desde 2002 GESA no concede ningún contador por falta de potencia.

Alzina solicitó la intervención de Antich en el transcurso del acto de colocación de la primera piedra de una nueva promoción de siete pisos de protección que se construyen en Cala Rajada, en el antiguo hotel Vaquer.

El acto contó también con la presencia del conseller de Habitatge, Jaume Carbonero, junto con otros representantes autonómicos y municipales.
Alzina recordó que «desde el Ajuntament se ha hecho un gran esfuerzo, hemos acatado las sentencias, las obras de la subestación han empezado y sería positivo que GESA acelerara el proceso y empezara a dar nuevos contadores. Ahora tiene la pelota sobre su tejado».

Por su parte Carbonero también recordó «los problemas que ha habido en Capdepera con las viviendas de protección oficial». Pero a su vez quiso destacar el «gran esfuerzo del Govern en política de vivienda». Así anunció que «a finales de la legislatura Capdepera contará con casi 90 viviendas de promoción pública».

Los nuevos pisos estarán listos en 13 meses y serán en régimen de alquiler. Las viviendas tienen tres habitaciones y su mensualidad estará entre los 400 y los 500 euros.

Por otra parte se visitaron las obras de la calle Port, que se han llevado a cabo gracias a la línea de ayudas del Govern para la rehabilitación de barrios. Con un presupuesto de 1.537.474 euros, el Ajuntament ha contado con una subvención de 1.034. 852 euros.