Actualmente, el monasterio de Sant Bartomeu está ocupado por las monjas jerónimas Fotos: M.NADAL

TW
0

Una de las mayores preocupaciones de las monjas de clausura que habitan en el monasterio de Sant Bartomeu, ubicado en la parte alta de la ciudad de Inca cerca del Serral de les Monges, es que el muro del edificio que recorre toda la calle La Salle ceda y se derrumbe. Por esta razón, las religiosas han remitido un escrito al Ajuntament d'Inca pidiendo ayuda para mejorar el estado de conservación de la pared centenaria.

Aunque el edificio no es municipal, el portavoz del PSOE en Inca, Xavier Ramis, explicó al respecto que «actualmente hay unas seis o siete monjas viviendo en el monasterio y está previsto que, con el paso del tiempo, el edificio religioso pase a ser patrimonio del Ajuntament», por esta razón el socialista cree que «es un buen espacio por recuperar y no debemos dejar que se deteriore».

Filtraciones

El portavoz socialista en Inca, Xavier Ramis, explicó con respecto al muro que «se deberían evitar las filtraciones de agua que se producen en la gran pared y que provocan que el revestimiento caiga poco a poco». Esta situación es la que ha puesto en alerta a las monjas, que piden ayuda para evitar un mal mayor en el muro. En este aspecto Ramis puntualizó que «sabemos que construir un muro de estas características es muy costoso, pero sólo se pide conservarlo, por lo que si se tapan las zonas por las que se filtra el agua y se conserva en buenas condiciones se evitará el peligro de derrumbe».

Por otra parte, las monjas que habitan en el monasterio de Sant Bartomeu se han visto obligadas a poner un cartel en la cruz de la entrada que avisa del peligro de desplome de la pieza. «La base de la cruz no está bien fijada en el suelo y con sólo tocarla se puede comprobar cómo se tambalea», explicó el portavoz del PSOE, Xavier Ramis, que continuó diciendo que «así como recuperar el muro es muy costoso, con la cruz no hay excusa. Con sólo una hora de trabajo de algún miembro de la brigada municipal se podría fijar perfectamente la cruz al suelo y no habría ningún problema».

El monasterio de Sant Bartomeu data aproximadamente del siglo XIII y las monjas jerónimas residen en él desde el siglo XVI. Desde entonces se han encargado de mantener en buenas condiciones el edifico y aún hoy en día conservan los elementos históricos del edificio según sus posibilidades.