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Después de dos años de intensas discusiones los padres de alumnos del colegio público Els Molins de Búger aprobaron el jueves por mayoría (con cuatro abstenciones) instar a la Conselleria d'Educació del Govern de les Illes Balears a trasladar el colegio a un nuevo edificio que se construirá junto al polideportivo municipal, en las afueras del pueblo. De los 36 padres que asistieron a la asamblea extraordinaria únicamente dos se manifestaron en contra de dicho proyecto y cuatro se abstuvieron de opinar.

La decisión de la asamblea será ratificada ahora a través de una recogida de firmas antes de formalizar la petición ante la Conselleria d'Educació.
El debate sobre la posibilidad de reformar y ampliar la escuela existente, situada en pleno centro urbano o bien construir un colegio nuevo en las afueras (el Ajuntament no dispone de terrenos en el casco urbano) ha mantenido dividido al pueblo en los últimos dos años y de hecho fue una de las principales cuestiones que separaban al PSM y UM en el momento en el que rompieron el pacto de gobierno, lo que propició la entrada del primer alcalde del PP en la historia de la democracia de Búger, Bartomeu Alemany.

El PSM siempre sostuvo que los técnicos de la Conselleria mantenían que la reforma era inviable urbanísticamente pero una madre disconforme con la decisión envió más de un centenar de firmas al Govern en contra de sacar la escuela del casco urbano y consiguió paralizar los trámites del nuevo proyecto.

Los nuevos responsables de la Conselleria d'Educació comunicaron recientemente al Ajuntament que ambas opciones siguen siendo técnicamente posibles y que no se adoptará una decisión en contra de la opinión de los padres, razón por la que la APIMA convocó el jueves pasado su asamblea extraordinaria.