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Las turbobombas de la planta desaladora de la bahía de Alcúdia comenzarán a funcionar el próximo lunes en fase de pruebas. Después de cuatro años de obras la desaladora estará en disposición de dar agua el 9 de diciembre, según confirmaron ayer fuentes de la Conselleria de Medi Ambient.

Hace semanas que el Ajuntament d'Alcúdia, el más próximo a la planta desaladora, negocia con la empresa concesionaria de las instalaciones la conexión de la planta al depósito municipal. También se ultima estos días la conexión con el depósito de Pollença.

Aunque oficialmente aún es pronto para hablar de las cantidades y del coste del agua que los ayuntamientos del norte de Mallorca comprarán a la planta desaladora y su repercusión sobre los recibos del agua en 2010, extraoficialmente las negociaciones se han intensificado en los últimos días.

La idea es que las instalaciones, construidas por el Ministerio de Medio Ambiente, puedan inyectar agua a medio plazo a los depósitos municipales de Pollença, Alcúdia, Muro y Can Picafort, y contribuir así a la recuperación de los acuíferos del norte, garantizando un suministro adecuado en tiempos de sequía.

La planta desaladora de Alcúdia tiene un presupuesto de 24 millones de euros y supone una inversión total de 29 millones de euros, lo que la convierte en la obra hidráulica más costosa financiada por el Ministerio de Medio Ambiente en la zona.

En el año 2004, el Ministerio de Medio Ambiente concedió a una empresa privada los trabajos de construcción y explotación temporal de la planta desaladora de Alcúdia. El proyecto de Alcúdia tiene capacidad para producir 19.000 metros cúbicos de agua al día lo que le permitirá abastecer a 94.000 habitantes, según datos de la Dirección General de Economía del Govern, si bien tiene posibilidad de ampliar su capacidad de producción hasta 21.000 metros cúbicos diarios porque dispone de una doble línea de producción.

La entrada en funcionamiento de las instalaciones de Alcúdia coincide con el final de un año especialmente lluvioso, por lo que con los acuíferos en condiciones favorables todo hace pensar que el canon inicial de agua que los ayuntamientos del norte comprarán a la desaladora será mínimo.

Las negociaciones para la compra de agua desalada no se anuncian fáciles y es que el negocio del agua en Mallorca es especialmente complicado en la zona. En algunos municipios, el servicio de agua está en manos de varios concesionarios, es el caso de Alcúdia o Can Picafort, mientras que otros municipios como Pollença tienen un sistema mixto.

Lo que es seguro es que la entrada en funcionamiento de la planta supondrá un aumento del coste de producción del agua que tendrá una repercusión sobre los recibos que se pagaban hasta ahora.