Todo ello ha creado una auténtica revolución en esta zona, prolongación de la antigua Colònia de Sant Pere que, a día de hoy, aunque parezca mentira, no tiene propietario que pueda decir esta urbanización es mía. La situación es de indefensión total y ha generado un buen caos. El tema está en manos de los servicios jurídicos del Ajuntamient d'Artà que están estudiando la manera de resolver este conflicto. Así lo ha confirmado el alcalde de la localidad, Rafel Gili, que se ha mostrado preocupado ante esta situación.
Gili expuso que una vez hecha la recepción de la urbanización se registran las escrituras de propiedad de los solares que conforman la misma y se hace constar el acto de entrega con todo lo que ello comporta. Así se marcan los caminos públicos o las zonas verdes.
Sin registro
Desde su registro, la urbanización es municipal y el Ajuntament se debe hacer cargo del mantenimiento y prestar todos los servicios municipales. Pero resulta que no hay constancia escrita que Montferrutx sea propiedad municipal, ya que no se ha encontrado ningún documento .
El Ajuntament se percató de esta situación hace poco a raíz de la denuncia de que un vecino de Montferrutx dejaba los escombros en un solar municipal. Cuando el Ajuntament fue a comprobar la denuncia, el vecino en cuestión avisó al celador que no tenía por qué retirar los escombros al no ser este urbanización del Ajuntament.
Así lo explicaba el alcalde: «Nos extrañó mucho esta respuesta y, por ello, decidimos buscar los papeles, las escrituras de propiedad. Así descubrimos que la urbanización no estaba registrada. Hay un acuerdo de pleno de 21 de mayo de 2001, donde se recepcionó la urbanización de Montferrutx. Pero nada más. En principio todo parecía correcto. Montferrutx era municipal y ya no nos preocupamos más. Funcionábamos tal y como funciona cuando una administración se hace cargo de una urbanización». Gili lamentaba que «durante estos años se ha hecho el mantenimiento de las calles, de las zonas verdes, hemos asumido todos los servicios de una urbanización como si fuera nuestra. Ahora resulta que no hay ningún papel que lo demuestre. Tendremos que ver cómo salimos de esta situación. Es un tema muy complicado». También se plantean «dejar de mantener la zona hasta que no se encuentre una solución».
El Ajuntament tiene que buscar los antiguos propietarios. «Ya no están. Hay que ver cuáles son sus herederos y no es un tema sencillo. Todo el mundo es consciente que recepcionar una urbanización lleva mucho trabajo».
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