TW
0

Después de años de reivindicaciones para conseguir una escuela nueva, ayer llegaron a Son Macià una cuadrilla de albañiles, pintores, arquitectos y personal del sector de la construcción para iniciar las obras. La lástima es que no podrán hacer nada. Eran los 126 alumnos del colegio público Pere Garau de Son Macià que aprovecharon la rueta para disfrazarse y reivindicar así la construcción de una nueva escuela.
De esta manera tan original padres, profesores y alumnos quisieron hacer sentir su grito de auxilio para «conseguir un lugar en condiciones, sin barreras arquitectónicas, higiénico. En definitiva, no pedimos ningún lujo», decía la presidenta de la AMiPA, Isabel Vaquer.


Pésimo estado
Grietas, goteras, una escuela llena de escaleras, aulas divididas en dos, aulas prefabricadas sin calefacción, todo esto en una escuela que la Conselleria de Educació declaró obsoleta en el 2001. «Nuestra escuela y la de Ariany fueron declaradas obsoletas. En Ariany hace cuatro o cinco años que tienen un edifico nuevo», señaló Vaquer.
La escuela rural de SonMacià, fue construida para albergar una escuela unitaria, con tres aulas, después pasó a tener nueve aulas para infantil y primaria. Se instalaron aulas prefabricadas que ya provenían de otros centros. Ahora el suelo se hunde en alguna de ellas, tienen goteras, y los alumnos que dan clase en ellas deben salir fuera para ir al baño.
Masificación
Este año,por ejemplo, los alumnos de tres años son 26 en una aula construida para acoger a 15. Y es que debido a la falta de plazas en los centros de Manacor y Porto Cristo, éste acoge alumnos procedentes de estos dos núcleos de población.
A partir del pasado 20 de diciembre los padres decidieron hacer un poco de ruido para denunciar su situación y desde entonces el Ajuntament ya ha realizado más de veinte actuaciones para arreglar puertas, ventanas y otros pequeños detalles que eran necesarios.