Vista del desnivel producido anoche por el hundimiento de la carretera.

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Un tramo de aproximadamente 50 metros lineales de la carretera entre Andratx y Estellencs se hundió a primera hora de la noche de ayer -hasta diez metros de profundidad en el tramo de mayor socavón-, a continuación de la zona de grietas surgida hace dos semanas. El Consell de Mallorca ya se planteaba, a tenor de los informes de sus técnicos, que la vía necesitaba un nuevo trazado pues las corrientes subterráneas naturales en la zona sólo presagiaban nuevos hundimientos ante un panorama creciente de lluvias en la Isla en otoño e invierno.
Poco después de las 19 horas de ayer los servicios de emergencia, la Policía Local de Andratx y la Guardia Civil recibieron varias llamadas que alertaban del hundimiento completo de ese tramo de carretera. De hecho, la tierra se tragó no sólo la plataforma completa de la vía -incluidos los arcenes- sino también una parte de la ladera de la montaña.
Los cuerpos de seguridad reforzaron a partir de ese momento el dispositivo de seguridad que ya estaba en marcha en los últimos días mediante vallas y avisos para disminuir el tránsito rodado, al que se añadieron luces de destello para alertar ahora del corte completo a los conductores.
La imposibilidad del tránsito afecta también de manera notable a los propietarios de tierras de explotación agropecuaria y de edificaciones en los alrededores de la zona de los desprendimientos.
Desde el amanecer de hoy los técnicos de la Administración insular estudiaran las condiciones del suceso con objeto de elaborar un informe definitivo de las condiciones del suelo por el que discurre esa carretera desde su trazado hace cuatro décadas.
La unión directa por carretera entre Andratx y Estellencs es una de las rutas turísticas más importantes del arranque de la Serra de Tramuntana.