La delegada del Puerto, Francisca Ramón, trata de hablar con los vecinos protagonistas de la protesta. | Elena Ballestero

TW
13

La manifestación vecinal convocada bajo el lema Tots Junts Salvem Eu Moll rompió ayer todas las previsiones. Cerca de 500 vecinos salieron a las calles para reivindicar mejoras en el mantenimiento, limpieza e infraestructuras del Port de Pollença. Completaron el recorrido entre la gasolinera y la delegación municipal en apenas una hora y una vez allí exigieron a gritos ser recibidos por las autoridades municipales.
Los convocantes registraron un manifiesto acompañado de 2.338 firmas antes de que el alcalde, Joan Cerdà y la delegada del Moll, Francisca Ramon, aceptarán recibir a cuatro de sus representantes. Mientras, a las puertas del edificio los gritos iban en aumento: «Francisca, dimite, el pueblo no te admite» o «Alcalde, escucha, el pueblo está en la lucha». Ambos comparecieron intermitentemente para intentar calmar los ánimos.
Reunión a puerta cerrada
Finalizada la reunión a puerta cerrada con Tolo Llompart, Annika Moller, Juanjo Rotger y Francesc Cabrer, como representantes de los manifestantes, el alcalde, Joan Cerdà, acompañado de su socia de gobierno Francisca Ramon, aceptó las críticas «porque es parte de la democracia» y anunció que contactará con distintas instituciones supramunicipales para buscar soluciones a determinadas reivindicaciones como la mejora de la señalización de los accesos al Port, la creación de una gran acera para peatones en el Passeig Saralegui y la creación de un paseo en Anglada Camarassa. Consultará además con los juristas municipales otras cuestiones como la construcción de un vial en el Ullal o de un nuevo aparcamiento en un solar calificado como zona de riesgo de inundaciones.
Respecto a la falta de mantenimiento y la suciedad el alcalde aseguró que «si todo va bien dentro de este mes estará adjudicado el nuevo servicio de limpieza que permitirá a los propios vecinos participar en el control de la calidad».
Ruidos
También hubo quejas sobre los ruidos causados por locales nocturnos y la inoperancia de las autoridades al respecto.
Los vecinos, cansados de soportar molestias por ruidos, suciedad y falta de mantenimiento, desconfían de las promesas de los políticos municipales y no descartan nuevas movilizaciones si no hay en breve mejoras sustanciales.