Esta obra, hecha a petición del Ajuntament, servirá «para que todos los 'artanencs' puedan seguir yendo a pie hasta el cementerio, puesto que hasta ahora se utilizaban las antiguas vías del tren por no tener que ir caminando por la carretera», explicó el alcalde del municipio, Rafel Gili.
Negociación
Las obras del nuevo paseo «se integran en el proyecto global de reapertura de la línea Manacor-Artà», explicó el adjunto a la gerencia de SFM, Tomeu Gual. Además, desde los servicios ferroviarios han propuesto «una modificación de los accesos a la estación que está actualmente en negociación con el Ajuntament», añadió Gual.
De hecho, según informó ayer el alcalde Rafel Gili, «hemos aceptado todas las propuestas que se nos han hecho menos la de cortar el camino de ses Païsses». El primer edil aseguró que «el camino es importante y muy transitado porque constituye el único acceso a muchas de las fincas que se encuentran en la zona». A cambio, «se cortará el camí vell de Palma para dejar paso libre al tren y se abrirá la calle de l'Almudaina, que todo el mundo conoce como la calle del tren», añadió el alcalde.
El objetivo de la reforma urbanística en las inmediaciones de la estación del tren es «no saturar el tráfico en la Avenida Costa i Llobera que constituye una de las vías más transitadas del pueblo», explicaron ayer desde el Ajuntament.
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Así empieza la especulación en Artà gracias al tren más insostenible del mundo porque la mayoría del tiempo irá vacio. Aunque sirva para que las izquierdas de Baleares sigan urbanizando la isla, igual que lo ha hecho el PP con las autopistas.