Los enmascarados, a los que se les ha sumado una mujer, hablaron con este diario. | M. Poquet - MARTINA POQUET/ELENA BALLESTERO

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Enmascarados... y ahora también una enmascarada. Los protagonistas de la suelta ilegal de patos de Can Picafort hablan para el Ultima Hora sobre un acto que defienden hasta el final. Anuncian el inicio de los trámites administrativos para legalizar su suelta, a la vez que reivindican que practican una «amnistía» para los patos, «criados en granja» que de otro modo «acabarían en la cazuela».

- ¡Habemus patos!
- ¡Habemus! (los tres al unísono). El Papa dijo: ¡Habemus patos! El pueblo dice: ¡Volemus patos! Nosotros decimos: ¡Donemus patos! y la Guardia Civil dice: ¡Atrapemus enmascaradus!

- No les han atrapado.
- No (risas). Ahora en serio, nosotros no deseamos eso. Un despliegue policial con tantos efectivos, y teniendo en cuenta la crisis que hay. Seguro que tienen cosas más importantes que hacer y deben pasar un mal rato porque la gente aquí no los quiere, les insultan...

-¿Quién ha ganado la porra? ¿Cuántos patos vivos soltaron?
- Ocho o diez. Llevábamos treinta, pero se escaparon unos pocos por el camino; hicieron un agujero en el saco. Además, dimos la amnistía a un pato que se lo curró mucho, al irlo a sacar de las cajas y meterlo en el saco no había forma, era un pato enorme y dijimos ¿amnistía? ¡Amnistía! (de nuevo al unísono).

- Porque se lo curró
- Bueno hay que decir que los treinta se salvaron del matadero porque son patos que venden para comer, de estos que compran para servir en un chino. Son patos que estaban destinados a morir y nosotros les damos una oportunidad. Nosotros seguimos con nuestra tradición y nos sabe mal que haya gente que se lo haya tomado como algo personal, en serio.

- Este año les han salido seguidores, en Sagunto.
Sí, estábamos en contacto con ellos. El año pasado los vecinos de Sagunto ya lo intentaron y les pillaron. Vinieron aquí a ver nuestro modus operandi pero no se les ocurrió otra cosa que meter más de cien patos en una cochera y cuando pasó la Guardia Civil por allí, aquello era un jolgorio. Se oía cuack, cuack por todas partes y claro, les pillaron. Este año les recomendamos que tiraran menos.

- Y parece que les ha funcionado.
- Sí, también se llevaron un par de máscaras. Se puede decir que ya somos «enmascarados hermanados». El día 14 de septiembre intentarán legalizar la suelta y nos van a traer toda la documentación, seguiremos sus mismos trámites porque esto se tiene que solucionar. La gente que coge patos de goma también disfruta con el sorteo de premios. Para nosotros la solución sería alcanzar un equilibrio para liberar unos cuantos patos vivos... y después hacer las capturas con los de goma.

-Enmascarados... Y ahora veo que también una enmascarada.
- Sí, todo el mundo en Can Picafort colabora de una manera u otra. Los enmascarados no son dos personas, es mucha gente. Es como James Bond, que cambia de actor cada año. Queremos agradecer su apoyo a la opinión pública, a pesar de que este año casi no hemos hecho publicidad.

- ¿No le llaman publicidad a pintar una torre protegida?
- No hemos sido nosotros. Para eso hay que saber dibujar y nosotros suspendíamos dibujo.