De hecho, el pasado viernes decenas de puertas antiguas y varios muebles viejos llenaban parte de los contenedores de gran capacidad del Punt Verd del pueblo.
El alcalde del municipio, Rafel Gili, negó rotundamente ayer las acusaciones. «Todo lo recuperable está almacenado en el depósito municipal situado en el antiguo matadero y, si nadie ha entrado a robar, todo tiene que estar allí», afirmó el primer edil.
Tratamiento
Aun así, tanto el alcalde como el delegado municipal de las obras reconocieron que «todo aquello que no sirve y que debido a las tareas de demolición es irrecuperable, se ha llevado al Punt Verd para que estos residuos se traten correctamente».
Según el alcalde, Rafel Gili, «nuestra intención es intercambiar los elementos de valor que el proyecto de restauración no prevé recuperar para incorporar mejoras en la obra». Así, se prevé que los derribos de obra provenientes de Can Solivelles no se queden para siempre en el almacén municipal.
Cabe recordar que el Ministerio de Vivienda subvenciona íntegramente la restauración del inmueble gracias al programa de recuperación patrimonial de elementos singulares. Por tanto, el edificio municipal que se tuvo que desalojar a causa del lastimoso estado en que se encontraba se convertirá en un moderno espacio. Las obras, que se están ejecutando y acabarán antes del próximo verano, convertirán lo que era una auténtica casa en ruinas en un espacio multifuncional dedicado a la cultura.
Can Solivelles acogerá salas de conferencias, de exposiciones y de reuniones, así como el archivo municipal, otras dependencias administrativas y el fondo documental de Miquel Barceló.
2 comentarios
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ME PARECE UN MOMENTO EXCELENTE PARA SAQUEAR LOS CONTENEDORES DE COSAS INTERESANTES, SI NO LO HARAN OTROS MAÑANA POR LA MAÑANA NO QUEDARA NADA, HALA MAJETES, A POR LA FRAGONETA Y A CARGAR CUANTO PODAIS
Pues a mi me huele a comisiones de por medio.( Cuanto más se reforme,y se cambie...),(y no sé quién gobierna en Artá)