En algunos momentos de la mañana las principales calles estaban llenas de gente. | Joan Socies

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Señala la tradición que los firaires que acudían a la feria de Llucmajor no lo querían perder todo por el camino y decidieron hacer parada en Algaida para hacer feria el día antes de la gran feria de Mallorca. Y así volvió a repetirse ayer. Durante toda la mañana las principales calles y plazas del municipio volvieron a llenarse de algaidins y visitantes para trescar e intentar firar algún objeto necesario para la casa, para el campo o simplemente para decorar o vestir.

Todo el mundo quiso disfrutar de la jornada soleada que acompañó ayer la feria de Algaida, una de las pocas que mantienen la tradición alejada de la especialización que parece haberse impuesto en los últimos años con la celebración de ferias temáticas. Como en toda feria no faltó ningún detalle de la temporada.

Esclatasangs peninsulares a buen precio, 19 euros el kilo, aceitunas a punto per trencar, quesos, mieles, aceites, y todo tipos de embutidos que tenían tanta demanda como las dos paradas que con el aceite caliente no paraban de hacer y vender buñuelos. Los quintos del 1990 tampoco faltaron a la cita de cada año.