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Incivismo, falta de decoro y de urbanidad en uno de los monumentos religiosos más emblemáticos de Mallorca.

La iglesia de Sant Bartomeu de Sóller -un edificio con espectacular fachada modernista, obra de Joan Rubió, declarada Bien de Interés Cultural- presenta un aspecto repugnante debido a que ni los responsables de la parroquia ni del Ajuntament han conseguido evitar que personas desconocidas utilicen diariamente esa parte del templo como urinario público.

Mala imagen

Propietarios de bares de la plaza Constitución, situados a pocos metros, han denunciado la «mala imagen» de un lugar visitado a diario por cientos de turistas. Entienden «incomprensible» que, a pocos metros de las dependencias de la Policía Local (las oficinas están justo enfrente de uno de los accesos), puedan campar a sus anchas, día tras día, personas capaces de protagonizar tales comportamientos incívicos.

Por lo visto, la empresa municipal de limpieza no se acerca por este lugar, ya que no figura en sus obligaciones contractuales. El hecho es que los propietarios de algunos bares de plaza lo limpian de vez en cuando, quizá avergonzados por los comentarios de sus clientes.

En cuanto a la parroquia, se sabe que las personas que habitualmente limpian el templo también lo hacen en los exteriores aunque ahora, al estar cerrada la iglesia por obras, la situación del atrio se ha agravado.

Desde el Ajuntament se admite que esta degradación no sólo afecta el atrio parroquial sino también a los accesos a la Casa Consistorial, afectados por la misma incivilidad.