Las señalizaciones horizontales de color rojo y amarillo han causado curiosidad, así como unas bermas de 5 y 3 metros por lado. | M. À. Cañellas

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Las actuaciones de reforma que se ha llevado a cabo el Consell de Mallorca en la carretera que une Son Servera con Capdepera se han basado en la mejora de la seguridad de la vía, unas obras que habrán costado unos 2 millones euros.

Para evitar los daños causados por las salidas de la vía de los vehículos en caso de accidente, se han creado unas bermas laterales que ocupan toda la anchura del dominio público de la carretera.

El tamaño de las bermas es de cinco metros al lado del mar y de tres al de la montaña. La del lado del mar es más ancha que la otra por una previsión de espacio para un futuro paseo peatonal.


Señales

Otro dato de interés es la aparición de unas señales horizontales que avisan sobre desplazamientos o isletas de colores rojo y amarillo. Desde el Consell de Mallorca se ha informado que se han sustituido los tradicionales colores blanco y negro por los rojo y amarillo, por la intención de fomentar la identidad mallorquina con los colores de la bandera.

Este tipo de señales también se pueden encontrar en la nueva variante de Son Servera y en la intersección de ésta con la de Son Servera con Capdepera.

Por otra parte, durante la actuación se ha reforzado el asfalto existente, que tenía una antigüedad de más de veinte años, ya que se encontraba muy desgastado y se había vuelto deslizante.