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Manacor no tendrá luces de Navidad en las principales plazas y calles de todos sus núcleos urbanos. Sólo habrá un alumbrado discreto ante cada iglesia por el sentido religioso de las fiestas. Ni más ni menos.

El Ajuntament de Manacor ha tomado esta drástica decisión como medida de ahorro económico principalmente por dos motivos. El primero, por el gasto eléctrico que supone la iluminación navideña y, segundo, por las horas, algunas de ellas extras, que destina la brigada municipal, que dedica un mes y medio para instalar las luces y el mismo tiempo para retirarlas.

El hecho de sólo ubicar algunos puntos de luz delante de las iglesias también se debe a que no se quiere hacer distinciones entre las diferentes zonas comerciales. Es decir, si se instalaban luces en la plaza de sa Bassa y no en el resto de calles, como por ejemplo el de la Amargura o el paseo de Na Camel·la, se entraría en un agravio comparativo.

Recortes

Desde el Ajuntament se considera que este recorte debe enmarcarse dentro del plan de contención económica que realizan todos los departamentos del Consistorio, unas delegaciones que tienen que sufrir la supresión de algunos de sus servicios de manera solidaria.

Así lo explica el delegado de Interior, Mantenimiento y Agricultura, Antoni Sureda (PP), que insta a entender que «hay que racionalizar los servicios que se ofrecen desde el Ajuntament y el tema de las luces navideñas es uno de ellos». Aunque reconoce que las bombillas de la iluminación son de bajo consumo, «lo cierto es que la brigada destina muchísimas horas en instalar y retirar todo el cableado mientras otras necesidades quedan sin cubrir».

Con todo, Manacor, y sobre todo a lo que se refiere al centro de la ciudad, sufrirán un gran cambio sin sus luces navideñas así como la supresión del multitudinario acto de encendida que se realizaba en sa Bassa.