La rotonda de Capellans presenta graves problemas cuando llueve. | Maria Nadal

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El Ajuntament de Santa Margalida tiene previsto realizar una prueba piloto para substituir los dos kilómetros de madera que se colocaron en el paseo marítimo de Can Picafort, entre la plaza Cervantes y la playa de Son Bauló, por un material «más resistente y que tenga un coste de mantenimiento mucho inferior al actual», según el regidor, Joan Monjo.

Otro de los temas que el actual equipo de gobierno quiere solucionar es la acumulación de aguas pluviales que se estanca en la rotonda de Capellans cuando llueve. «Hay un pequeño torrente que separa los municipios de Muro y Santa Margalida que está obstruido y no permite que el agua se evacue hasta el mar. Pediremos a Recursos Hídricos que ponga una solución urgente porque la rotonda parece una piscina cuando llueve», informó Monjo.

Por su parte, el alcalde Miquel Cifre hizo hincapié en los problemas que acarrea el mantenimiento de unas 2.500 palmeras en el municipio. «A largo plazo queremos eliminarlas y substituirlas por árboles más adecuados». Por lo que se refiere a los carteles publicitarios ubicados en la vía pública, Cifre anunció que «se eliminarán porque no están permitidos».